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Barrio San Isidro vibró con arte y alegría durante el Festival Internacional de Teatro

El arte se hizo presente con fuerza en el corazón del Barrio San Isidro, donde niñas, niños, familias y vecinos vivieron una jornada inolvidable gracias a la presentación de la obra “La Cantarina”, del reconocido grupo Teatro a Vapor, como parte del Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz organizado por APAC.

El evento tuvo lugar en el Centro San Isidro, que se convirtió por una tarde en escenario de magia, música y emoción. Con melodías y ritmos inspirados en la riqueza cultural de Bolivia, la obra logró encender la imaginación de los más pequeños y conectar con el alma de toda la comunidad.

El arte como motor de desarrollo social

Esta presentación no fue solo un espectáculo, sino un recordatorio del poder transformador del arte. En contextos donde muchas veces la rutina y las dificultades ocupan el centro de la vida cotidiana, el arte abre puertas a mundos posibles, estimula la creatividad, promueve la reflexión y fortalece los vínculos comunitarios.

El teatro llega donde más se necesita, llevando alegría, identidad, valores y esperanza. En ese sentido, la participación del Festival en barrios como San Isidro representa una apuesta concreta por la descentralización de la cultura, permitiendo que niños y niñas que rara vez acceden a propuestas artísticas de esta magnitud, puedan vivir experiencias enriquecedoras y formativas.

“Este tipo de actividades no solo entretienen, también educan, inspiran y fortalecen el tejido social. Estamos profundamente agradecidos de que el arte se acerque a nuestros barrios con tanta generosidad y belleza”, señaló Juan Pablo Sejas, Director del Centro San Isidro.

Un festival para todos los rincones

El Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz reafirma, con acciones como esta, su compromiso con una cultura inclusiva, participativa y accesible. Gracias al esfuerzo conjunto de los organizadores, gestores culturales y grupos teatrales como Teatro a Vapor, el arte deja de ser un privilegio para convertirse en un derecho que llega hasta los rincones más populares de la ciudad.

El Centro San Isidro celebra con orgullo haber sido parte de esta edición del festival y reitera su compromiso de seguir abriendo sus puertas al arte, la educación y la esperanza.

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